domingo, 25 de noviembre de 2007

Noticias del Museo del Prado

El futuro del Museo del Prado es esplendoroso:
«La ampliación no cambia la pinacoteca, pero le facilita enormemente la vida».«Aunque aumentemos los recursos propios siempre necesitaremos fondos públicos»

PLÁCIDO ARANGO PRESIDENTE DEL PATRONATO DEL MUSEO DEL PRADO
Madrid, Modem Press

Corría el año 1946 cuando Plácido Arango visitó por primera vez el Museo del Prado junto a sus padres y a sus hermanos. A aquel adolescente de 15 años, el cuadro que más le impresionó fue «La rendición de Breda», aunque no por las virtudes pictóricas de Velázquez, sino «por una historia de aventuras, batallas y espadachines en torno al cuadro que nos contó el guía». Hoy, sesenta y un años después, el empresario y mecenas mexicano de origen asturiano (Tampico, 1931) es, desde hace cuatro meses, presidente del patronato de una de las más importantes pinacotecas del mundo. Una institución que en su opinión tiene «un futuro esplendoroso» y a la que la ampliación, inaugurada el pasado 30 de octubre, «no cambia el museo en lo básico, pero le facilita enormemente la vida». Afirmación que argumenta explicando que «el nuevo Prado y el viejo Prado son el mismo. El edificio Villanueva queda ahora liberado. La ampliación ofrece salas para exposiciones temporales, mientras que antes, para instalarlas, había que mover la colección de Villanueva, que ahora se quedará ahí, sin traslados. Así que repito: la ampliación no cambia el museo en lo básico, pero le facilita enormemente la vida».

-Lo cierto es que los cuatro meses que lleva en el cargo desde que sustituyera al fallecido Rodrigo Uría a finales de julio han sido frenéticos: la ampliación, la exposición sobre Velázquez... -Por mi parte no tanto, pero sí por el equipo del museo y, sobre todo, por la dirección, que son quienes tienen la responsabilidad de que todo quede bien. Afortunadamente las cosas están saliendo bien.
-Y el éxito de público es innegable. No hay más que ver las largas colas que se forman a la entrada del museo.
-La exposición de Velázquez está funcionando muy bien. Es curioso, porque Velázquez ya lo teníamos aquí de siempre, pero cuadros como el de «La Venus del Espejo», que es la vedette, atraen mucho al público.
-El préstamo de este cuadro por parte de la National Gallery es un buen ejemplo de ese objetivo que usted se marcó de estrechar lazos con otros museos.
-En efecto. Se habló de la internacionalización, cosa que yo realmente no dije, porque creo que si existe una institución cultural española conocida en todo el mundo, ésa es el Museo del Prado. Yo hablé de estrechar relaciones con los museos internacionales, acercarnos más. Tenemos que intercambiar técnicas, mantener contactos permanentes entre los directores, estar abiertos a intercambiar y prestar obras. En fin, una mayor convivencia en la que yo podría aportar una labor diplomática ahora que ya estoy jubilado y tengo tiempo. En resumen: más convivencia y más confianza, que no haya rivalidades, desconfianzas...
-La exposición sobre Goya que se prepara en el Prado para 2008 es otra buena oportunidad de traer a España algún cuadro del pintor que esté colgado en otros museos.
-Estamos trabajando en ello y es seguro que vendrá alguna obra muy importante de Goya.
-Velázquez, Goya, El Greco... los grandes de la pintura clásica española, ¿cuál es su favorito?
-Quizás el más importante sea Velázquez, pero me pregunta cuál me gusta más y posiblemente sean los trabajos de Goya en la Quinta del Sordo, sus pinturas negras. Porque está más cerca de nosotros, por los cambios que tuvo su pintura y por lo que ha supuesto de influencia en la pintura moderna. Me impactan mucho sus grabados, sus series.
-Habla de pintura moderna. El Prado ha hecho en los últimos tiempos alguna incursión en el arte contemporáneo con las exposiciones sobre Thomas Struth, Bacon. Por ese camino ¿no se entrará en colisión con el Reina Sofía?
-Aquí se ha hecho una exposición contemporánea de fotografía de Thomas Struth y se prepara una sorpresa de un artista contemporáneo en el Casón del Buen Retiro, que sería algo temporal. El Prado debe estar abierto también al arte contemporáneo, sabiendo que su esencia, sin embargo, es la que le dan los grandes maestros clásicos, pero sin cerrar las puertas a nadie. -La ampliación generó un gran consenso sobre el museo en los partidos políticos y propició un gran apoyo desde las instituciones. El Prado dejó de ser tema de debate político.
-En lo que se refiere al Estado, a las instituciones públicas, al Gobierno y a la oposición, hay apoyo total. Hay consenso total sobre el museo, como lo ha habido sobre la ampliación, y estoy convencido de que las guerras políticas en torno al Prado desaparecieron hace tiempo. El museo no va a ser nunca objeto de controversia política.


La ampliación del Prado:

La ampliación del Museo del Prado, en Madrid, España; ha despertado la admiración de aquellos que acuden a visitar las nuevas salas. Ahora la primera exposición cubre las paredes blancas con lienzos de prestigio.

Un centenar de obras entre pinturas, esculturas y obras sobre papel son las encargadas de dar color y vida a la ampliación del Museo. Retratos de Goya y Vicente López estarán junto a obras de Madrazo, Fortuny, Pinazo o Sorolla, entre otros.

Tras haber renovado su compromiso como Benefactor del Museo, el banco BBVA ha sido el patrocinador de esta exposición, que se ha organizado con el fin de redescubrir la colección de pintura moderna del Museo.

La muestra permitirá redescubrir el arte español desde el último cuarto de siglo de la vida de Goya, hasta la fecha del nacimiento de Picasso, pues la colección ha permanecido guardada durante la última época por las obras de un edificio anexo al museo.

La colección del XIX llegó al Prado en 1971 procedente del Museo del Arte Moderno, pero nunca se expuso junto a las históricas, sino en el Casón del Buen Retiro.

El primer cuadro en colgarse ha sido “Doña Isabel la Católica dictando su testamento”, una obra pintada por Eduardo Rosales en Roma en 1864, y junto al resto podrá verse hasta el 4 de mayo de 2008.

Otro de los cuadros de gran tamaño que acompañará al “El testamento de Isabel la Católica” es “La rendición de Bailén”, de José Casado del Alisal, que se muestra en el apartado que la exposición dedica a la pintura de la Historia.

La exposición permite al público ver, por primera vez, la obra de Goya “Toro con alas”, uno de los dibujos del artista aragonés que se expondrán en una sección complementaria de la muestra.
El Prado ha querido inaugurar “el nuevo Prado” con obras del propio museo y rescatar “una colección casi olvidada”, según explica el director de la pinacoteca, Miguel Zugaza.
La exposición está estructurada en nueve secciones ordenadas cronológicamente en función de las formas de expresión artística.

La primera sala está dedicada a Goya y el Neoclasicismo y en ella se pueden contemplar cuadros emblemáticos como “La marquesa de Santa Cruz”, así como otras pinturas de artistas con los que convivió el pintor aragonés como “La muerte de Virato de José Madrazo.

El recorrido continúa por El romanticismo con obras de Leonardo Alenza o Eugenio Lucas.
La obra sobre “Doña Juana la Loca”, de Pradilla, o “Los amantes de Teruial”, de Antonio Muñoz, se encuentran en el ámbito de La Pintura de Historia.

Entre los siguientes apartados se encuentra el paisaje realista con Fortuna y se llega hasta el Realismo a final de siglo hasta desembocar en Sorolla y Beruete con liezos como “Chicos en la playa”.

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